Está usted sin seguro médico? El Señor no le ha dejado ni desamparado.
Existen muchas maneras de sanar pero solo hay una que el Cielo
aprueba. Los remedios de Dios son simples agentes que no debilitan el organismo humano por sus propiedades poderosas. Venga a aprender las bendiciones que Dios nos ha
provisto.
El único vehículo para conectar la mente con el alma es el cuerpo. La enfermedad no viene sin motivo, pero es el resultado de quebrantar una ó más de las leyes
de la salud. Por descuido en comer, beber, vestir y trabajar, el camino es preparado y la enfermedad es invitada.
Cuando el organismo humano se enferma, aún existe la oportunidad de estar agradecidos por todas las cosas que están bien y que aún se pueden llevar acabo como lo son
los propósitos que permanecen en su corazón.
Una vez enfermo, al dejar de quebrantar las leyes de la salud, y al aplicar los simples agentes que no debilitan, junto con las habilidades propiasdel nos dan un
nuevo comienzo que trabaja como una ayuda en la puerta de esperanza que provee una oportunidad para hacer el bien desde lo más alto en la mente hasta lo más profundo de su alma.
EL MINISTERIO DEL ÁRBOL DE VIDA:
El ministerio del árbol de la vida tiene su inicio en el relato de la historia de la creación en Génesis y es completado en Apocalipsis,
lo cual proviene de una voz audible y fuerte del trono de la gracia dando sabiduría al simple, para los que tienen el temor de Dios y aman el conocimiento de nuestro Creador. Así como esta
semilla proviene del Hijo de David, al germinarla en nuestros corazones noche y día, es nuestro deber practicar el arte de sanidad.
Existen muchas maneras de practicar el arte de sanar, pero sólo hay una que el Cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza que
no agotan ni debilitan el organismo humano por sus propiedades poderosas. El trabajo de cultivar el corazón es de provecho todo el tiempo y en todas partes. Dios prometió a sí mismo en
mantener la maquinaria humana en una condición saludable si el agente humano coopera con Dios. Si el hombre primero tiene confianza en Dios, descansa, hace ejercicio, es temperante,
se viste con modestia y usa los principios de higiene en la aplicación de estos agentes simples apropiadamente en su cuerpo, que es un Templo que nos ha prestado, entonces Dios continuará cooperando
con el hombre prudente al proveer el sol, el agua, el aire, y sus semillas que producen plantas y hierbas en la prevención de enfermedades.
"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de
Jehová está su delicia. Y en su ley medita día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; Y todo lo que hace
prospera." Salmos 1:1-3
Cuando Adán y Eva fueron expulsados del huerto de Edén, al cooperar con Dios en cultivar todas las leyes de la salud y en obedecer las leyes espirituales son el fruto
del espíritu son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, contra lo cual no hay ley.
Es mi deseo es que al leer este sitio puedan cultivar estos mismos frutos y así mismo puedan compartirlo para que otros igual que ustedes puedan aprender a
trabajar en el campo y reproducir el mismo fruto.